sábado, 29 de enero de 2011

¡Cuando zarpa el amor! Navega a ciegas es quien lleva el timón, una letra, una canción, un sentimiento.

No, eres un romántico imbécil.
Que pena que no se lo soltara...
Ahora toca cambiar los papeles, de aquí a dos horas y media, osea a las 6 y media, voy a ir a secuestrar le a su casa, ha recorrer media ciudad y él con una venda en los ojos todo el rato solo por el hecho de que ha nevado.
Una peluquería puede hacer grandes cosas, pero un gran bolso gris que naturalmente me pega con todo lo que me pongo (mi sentido de la moda es... digamos... increíble, o mejor, que tengo mucha ropa y mucho tiempo libre).

Listo, en la puerta de su casa pero él sin saber nada, además...llevamos juntos... pues echando cuentas... empezamos el 14 de noviembre y hoy es 14 de enero... guau, dos meses.
-¿Si? ¿Quién es?
-El coco, vengo a comerte.-abre la puerta pero no le da tiempo a nada.
-Ey ey, para, ¿qué haces?
-Ya paro...un momento...-que difícil es colocar una venda...-...a la, ya está. Dime donde está tu cuarto.
Pero no sería más fácil quitarme la venda de los ojos para que así yo...
-No.-Más alto sí, pero más claro no.
-Vale, no discutiré. El pasillo al fondo, gira a la derecha y al fondo, paredes azules, ¿le ves?
-Sí, toma ponte esto y esto y esto y esta también y esto.
Media hora más tarde por fin salimos de casa, de camino al sitio que quiero ir.
Atravesamos al ciudad, pasamos el centro, subimos, bajamos, subimos otra vez, bajamos de nuevo, torcemos, volvemos a torcer... y así mucho tiempo.
Estamos ya llegando.
-Me encanta tu peinado.
-Gracias, o no gracias, ¿por qué ahora que solo me he retocado el peinado me lo dices y cuando me hice el corte a la altura de las orejas, un gran corte radical no?
-No te lo dije porque no te hacía falta que te dijera lo guapa que estabas, pero como hoy después de un meses y una semana, vienes a mi casa, me tapas los ojos, y literalmente me secuestras...pensé que estabas enfadada por no haberte dicho nada...
-Eso sería lógico hace un mes y una semana pero ahora no... Además, ¿como sabías que me he cortado el pelo si no te he dejado tiempo para verme casi? ¿Un mes y una semana? ¿Cómo sabes que es tan exacto?
-Un segundo me hace falta solo para verte una vez y darme cuenta de que hoy estás más guapa que ayer. Llevo la cuenta, un secreto: me gusta apuntar las cosas. Además sois muy complicadas las chicas y... ¡No me interrumpas!: Los chicos muy raros, sí, lo sé.
-Exacto, ya hemos llegado, pero ¡espera! No, aun no te quites al venda. Espera un momento.
En un mundo donde dos son felices, no hay diferencia entre el frío ni el calor, simplemente hay un paraíso rodeado de amor.

sábado, 22 de enero de 2011

Las sorpresas son agradables, sobretodo cuando te das cuenta de que la persona que te la dio no es como pensabas.

10/01/11 14:15
mm, creo que oficial mente no me gusta la sopa de cocido... puaj! que mala...

10/01/11 15:00
-Vale, pero tengo una pregunta, ¿cómo voy: arreglada o informal?
-No lo sé, un poco de cada- si Tatiana sigue así... me va a volver loca.
-Sí mujer, es sencillo, pones encima de tu cama toda la ropa más o menos arreglada que tengas, y en otro lado la otra, y vas descalificando la que no te guste y combinando las dos.
-Am... bueno... lo intentaré...

A las 17:00 me empecé a duchar (el ordenador es muy importante en los vicios de mi vida).
La ventaja de el parque que más me gustaba, era que estaba a unos 5 o 10 minutos de mi casa... así que podía salir a las 17:55 tranquila mente... ¡No! ¡Mierda! Son las 17:45 y aun no me he vestido...vamos a ver...yo por informal-formal entiendo... pues...algo así...
Vale, me he puesto unos pantalones cortos vaqueros, con medias negras, converse vaqueras, y de arriba una camisa con una chaqueta negra... ¡Perfecto! Como diría mi amiga: -¡Porque yo lo valgo!

10/01/11 18:10
Vale, me encanta que me hagan esperar-yo soy la que hago esperar siempre así que me está bien empleado-.
-Hola-beso... el cielo se encuentra en los labios.
-Eh... hola- me encanta mi sabiduría al hablar en estos pequeños lapsus.
-Ven.
Me tapa los ojos y me guía por un camino, y no consigo orientarme:
-Déjate caer hacia atrás, confía en mí, yo estoy detrás.- Lo hice, obviamente, me cogió, tal como me había dicho y me tumbó en el suelo.
-Ya puedes quitarte el pañuelo de los ojos.
-¿Pero qué...?
-Tú dijiste: Adoro las tardes de otoño con las hojas en un montón para poderlas empujar y caerme y un montón de cosas más... así que como no pasamos ninguna tarde de otoño como las que a ti tanto te gustan...he traído el otoño al invierno. Con esto demuestro que no soy tan hipócrita, ni egocéntrico, ni creído ni orgullo ni...puedes pararme cuando quieras.
-No no, sigue.
-Ni estúpido ni que no pienso en nadie más ni que no soy detallista ni dada de eso, ¿no?
-No he dicho que pares.
Me mira raro.
-Vale, eres detallista, amable, majo, encantador, guapo incluso se podría decir que romántico...pero tengo una pregunta, estamos a 11 de Enero, ¿cómo has conseguido las hojas? Encima estamos bajo cero, los árboles están pelados y ahora mismo les están podando para la primavera... la verdad que yo no...¿pero por qué?, osea, ¿por qué has hecho todo esto? Vamos a ver, no es que no me guste, que me encanta, pero no sé... no te veía muy de estas cosas y...
-Shh, mucha información, demasiadas preguntas y mi cabeza no da para tanto, muy resumido todo lo que me has dicho: Mi tío Andrés el jardinero. Te quiero y quiero que te quedara claro.
-Con una tarde contigo me valía.
-Seguro que no.


Mi estación favorita es el otoño. El otoño tiene un poco de cada estación, lo que la hace única. El otoño, al venir después del verano, al principio tiene parte del verano, luego ya tiene otoño, cuando se caen las hojas y empieza a refrescar, y finalmente tiene parte de invierno porque ya empieza a hacer bastante más frío; pero también tiene primavera, porque cada hoja puede ser una flor que baja para dar lugar a otra más joven y bella.
En cada estación tengo...digamos un hobbie:
*Primavera: recolectar flores, oír a los pájaros y saber que comienza la estación del amor.
*Verano: Ir a la piscina, a la playa y broncearme, y estar de fiesta.
*Otoño: dar patadas a las hojas.
*Invierno: Crear el mejor muñeco de nieve del año con mis amigos y familia y hacer innumerables guerras de nieve.
Pasamos toda la tarde rodeados de hojas, palabras, confesiones, historias, besos y demás.
Entre todas las cosas, creo que ha sido la tarde más mágica y romántica de mi vida.

-Ves, no soy tan estirado ni nada de eso, también soy un romántico.