Vistos desde fuera deberíamos de ser tal que así:
Álvaro y yo enrollándonos, al igual que Yoan y Álex. Estrella rodeada de cuatro chicos: Lucas (el ex novio de Tatiana), Javier (el mejor amigo de Lucas), Raúl (el chico que me gustaba a la vez que empecé a salir con Álvaro) y un chico más cuyo nombre no recuerdo.
Todo esto a las once de la noche. Nosotras habíamos traído una botella de vodka que Álex le había pedido a su novio, pero como es muy listo, ha traído vodka del malo, vamos, que nos vamos a estar muy contentos. Los chicos, que eran seis en total, tenían tres botellas de Eristof Blanco (más vodka aun).
Empezamos a beber, y entre los seis, nos habíamos bebido las cuatro botellas de vodka a la una y media de la mañana más o menos, por suerte, teníamos seis botellas de fanta, porque tuvimos justo y aun así sobro un culín del que yo me bebí un poco a palo seco, y descubrí lo más increíble de mi vida: no sabía a colonia, esta malo, pero ya llevaba como que cinco, seis, siete u ocho o por ahí de cubatas, mi proceso a beber alcohol es este: el primero tarda, el segundo un poco menos, y a partir de ahí entran todos seguidos, cuando voy por el principio del cuarto aproximadamente, me entra el sueño, pero luego se me pasa y estoy con el punto, aunque hoy me he tomado mucho y sospecho que no tengo el punto, que más bien estoy borracha, prefiero no hacer la pose esa para ver si vas mal: subir la pierna izquierda, apoyar el codo derecho en la rodilla y el pulgar de la mano de ese brazo en la nariz. Y por eso no me supo mal el vodka a palo seco, aunque ahora que lo pienso... sí, debo de ir bastante borracha.
En cuanto se acabó el alcohol Álvaro literalmente me secuestró, me llevó por tres calles, ya fuera del pueblo, hay un parque en el que no hay nadie, le llevé a un árbol cerca de un banco y nos empezamos a enrollar. Él me miró, me sonrió y me desabrochó el sujetador sin yo haberme quitado la camiseta de tirantes rosa que llevaba.
-Capullo.-Le dije.
Le quité la suya y luego me quité la mía con sujetador incluido. Él me empezó a besar por toda la cara.
-En...en el...cue...cuello...n...no...
-¿Por qué? ¿Porque te gusta demasiado?
Le hice un chupetón mientras él me tocaba mis pechos, los cuales a continuación besó mientras yo le tocaba su maravilloso cuerpo hasta llegar debajo de sus vaqueros y debajo de sus boxer azules con la raya de arriba negra donde ponía "Calvin Klein", él hizo el mismo recorrido con su mano pero en mi cuerpo, pero mientras nos masturbábamos mutuamente él perdió el equilibrio y se cayó al suelo conmigo encima, de modo que hice un cambio de planes, le saqué un condón del bolsillo.
Me miró con mi aprobación y asentí. Me desabrochó el pantalón y los dos nos quitamos los vaqueros, él se quitó los boxer y mientras yo me quitaba mi culotte azul él se puso él condón. Nos enrollamos en el césped del parque y mientras el alcohol seguía haciendo efecto, él me hizo suya y ambos entramos en un baile con nuestras caderas. Yo por segunda vez en toda mi vida, hice el amor con él, el chico que me desvirgó hace dos meses y con el que llevo diez meses.
No sé cuanto tiempo pasó, pero cuando volvimos, la otra pareja volvía también, y vi a Estrella muy borracha, porque volvió de una esquina con Javier, pero minutos más tarde le estaba comiendo la boca a Raúl. Yo creo que porque lo de montar una orgía con tres chicos en plenas fiestas no la va, porque si no yo lo veía claro, bueno, claro claro no. Más bien un poco mareada.
De repente vino el hermano de Álex y nos dijo que de aquí a una hora venían a por todos.
-¡ÁLEX! ¿¡Pero tú has visto lo borracha que estás!?
-No, no tanto. Hemos bebido vodka.
-¡JODER! Más vale que en una hora se os pase a las tres... un momento, ¿y Estrella?
¡Oh Dios mío! Estrella está besando a un tercer chico y... agg, se están metiendo mano, ¡pero qué asco!
-Madre mía...
El hermano de Álex se fue y yo me puse a hablar con la hermana del susodicho, entonces apareció él.
Nos miramos y...
-Vero, ¿quién es ese? Tía, parece que saltan chispas entre los dos.
...y en efecto, las saltaban.
-Es Juan.-La dije.
-¡Imposible!
-Hola, Vero.
-Hola, Juan.
Nos dimos dos besos corteses pero luego él me abrazó.
-¿Qué tal?
-El tiempo pasa muy lento ahora que no estamos en el campamento.
-¿Cómo?
Se iba acercando a mi.
-Pues que eres preciosa.
Me tocó la cara con su mano.
-Tengo novio.-Le corté.
Di un paso atrás.
-Vale.
Dio otro paso a mi y me cogió la cara con una mano.
-Está borracho, tehuelelaliento.
Lo dije tan rápido y sin vocalizar que no sé si me entendió. Se puso a reír.
-¿Yo? Yo solo estoy contento, tú sí que estás borracha que casi ni se te entiende, tienes las pupilas dilatadas y se te van los ojos. Por cierto esa camisa te sienta de muerte.
-¡Eh, tú! ¿Se puede saber con qué derecho abrazas a mi novia de esa forma?
-Ah, tú debes de ser Álvaro, el novio de Vero.
-No tienes derecho a llamarla Vero.-Dijo Álvaro lleno de celos.
-Claro que sí, nos besamos en el campamento.
La cara de mi novio era un cuadro, un cuadro muy cabreado.
-¿No te lo ha contado? Pues soy...
-Juan. Sí me lo ha contado.
-Seguro que no te dijo que la toqué una no, las dos tetas esas tan preciosas que tiene y que se quitó la camiseta, una ancha que tiene de Piolín que la queda perfecta.-Dijo Juan.
-Esto es demasiado.-Se giró y vino a mi:
-Voy a aprovechar ahora.-Me tocó las tetas.-Y bien, ¿con quién te gustó más: conmigo o con él?
-Él no me tocó nada.-Le dije muy seria.-Te prometo que...-me acerqué a su oído-nadie más que tú me ha tocado en estos meses que llevamos juntos.
Nuestras frentes se apoyaron y nos miramos intensamente a los ojos.
-Te creo. Te quiero. Lo siento, pero esto es inevitable por besarte.
Puñetazo al ojo. Al ojo de Juan. En ese momento todos los chicos que había (otros cinco) les separaron mientras que Estrella venía haciendo eses.
-¿Qué está pasando? ¿Quién es ese?-Preguntó Estrella.
-Ese es mi novio, y el otro es Juan, el del campamento y le acaba de decir a mi novio que me tocó las tetas.
-¿Y es verdad?
-No, no me dejé. Por cierto, ¿y esos tres chupetones, Estrella? ¿Uno por cada chico?
-Más o menos...-Me contestó.
Después de separarles Álvaro les explicó a sus amigos por encima que había pasado y se pusieron a "bailar" como lo hacen los chicos. Entonces Álvaro se puso a tontear con una, cada vez más cerca, cuando se iban a besar él se fue para atrás y ella lo intentó otra vez pero llegué yo y le planté un beso de los de película a mi novio.
-Lárgate zorra, vete a besar a otro.
-Pues controla al cerdo de tu novio.-Me contestó.
-Es mi cerdo y le controlo como quiero.-La di una torta.-Eso por llamarle Cerdo.
Cogí a mi novio del brazo y nos largamos de allí mientras los dos la enseñábamos el dedo corazón.
-¿A qué ha venido eso,cariño?-Le pregunté a Álvaro.
-Eso ha sido para que veas como me siento yo.-Me besó.-Me tengo que ir a casa, amor. Nos vemos mañana.
Me quedé como una boba mirándole como se iba pensando que los dos éramos unos cabrones. Eso me gustaba. Cinco minutos más tarde, nos vinieron a recoger, cada uno a su casa, Era domingo.