-Espera. ¿Cómo?-Le dije más sorprendida que otra cosa.
-Sí, no sé, se me ocurrió sobre la marcha, en plan jugar a botella o algo del campamento o que estabais borrachos o fumados...
-Allí no se lleva nadie ni alcohol ni porros. Solo cigarros y yo no fumo.
-Entonces solo queda lo de los juegos.-No le interrumpí, esperé a que siguiera.
Pero no siguió. Entonces solo pasó una cosa por mi mente: la imagen de un río.
De perdidos al rió, ¿no?
-Tienes razón. Jugaron a botella, típico de cualquier lado, pero yo no jugué: tengo un novio fantástico y no quería jugar...
-¿Entonces? Si no jugaste, ni besaste a nadie por la buenas... ¿Qué te pasa?
-Que... todos jugaron menos una chica y yo porque teníamos novio y entonces le tocó a un chico llamado Juan y justo la botella dio entre dos chicas que sí jugaban y allí estaba yo.
-Pero si tú no jugabas...
-¿Entones por qué estoy así?
-Exacto.
-Pues muy simple, no tienes ni idea de lo que pasó.-Se lo expliqué todo, pero cuando digo todo es todo: el que me cogieran por todos lados para besarle y a él igual, el hecho de que él dijera que no era justo, y claro, el de que nos besamos también. Todo.-No tienes ni idea de lo mal que lo pasé esos minutos ni de lo mal que estoy ni de todo lo que tenía en la cabeza ni nada... joder...
-Shh.
-No, shh, no.
-Sí, shh sí, claro que estoy cabreado al igual que lo estarías tú, y claro que si veo y sé quien es Juan me lio a tortas con él y le doy las gracias por no obligarte a nada, pero luego le volvería a dar más fuerte aun, claro que tengo ganas de todo, de reventar algo y estoy enfadado y claro a todo eso que seguro se te pasará por al cabeza, pero joder, te quiero, te quiero muchísimo, no te imaginas cuanto te quiero ni cuanto he cambiado en estos últimos diez meses, en serio, es más, si te puedo quieres más aun te quiero aun más ahora que hace tres minutos antes de saber nada de esto.
Le miré con mucha atención, con la mayor atención que he prestado a nada ni nadie en mi vida, y se me llenaron los ojos de lágrimas según iba hablando, y pasé de mirarlo con atención a con admiración.
Él estaba muy serio mientras lo decía y mirándome a los ojos.
-Te quiero Verónica, no sé de que más formas decírtelo. Y si quieres oír que te perdono, estás claramente perdonada.
Me besó. Le correspondí al beso. No era un beso normal, era un beso único, no era un beso de los de pasión y nada más, era un beso con pasión, con perdón, con amor, con dulzura, con ternura, era un beso digno de fotografiar.
Aproximadamente diez minutos después echaron a la gente de la piscina con lo que supuse que eran las ocho de la tarde, así que tocaba cambiarse, comprar guarrerías y vaguear hasta las nueve o así, para ducharme en mi casa, cenar y bajar a la calle por la noche, era Septiembre, pero tenía que aprovechar mi últimos días de verano, ¿no? El chollo de bajar a la calle por la noche se me acabaría de aquí a dos días, tendría hoy y mañana viernes para bajar, pero encima, mañana nos vamos a Rojerillo mis amigas y yo hasta las tres de la mañana que nos recoge la madre Estrella en su furgoneta. Es genial tener una amiga con furgoneta. Tiene una furgoneta porque su madre trabaja en una fábrica de bollería y tiene que llevar los bollos al resto de sitios.
Nos cogimos el autobús de las nueve y media de la noche y llegamos al pueblo a eso de las diez y pico de la noche.
Claro, cuando te vas de fiestas a un pueblo la peor parte es la de cuando acabas de llegar, por varias razones:
1.-Cuando llegas y, como en nuestro caso, luego te tiene que ir a buscar una madre ya sea la tuya o la de alguna amiga, te toca llamar a la madre para decirla donde quedar.
2.-Después de eso, por norma general toca buscar donde está la fiesta, luego, toca ponerse a beber, y para eso, si no conoces a nadie del pueblo al principio te toca buscarte un sitio por tu cuenta.
3.-Última cosa, toca después de beber, toca la disco móvil, y por disco móvil se entiende la hora de gozar. En todos los aspectos.
Así que fuimos paso por paso, primero llamamos a su madre, nos dijo que a las tres de la mañana nos quería a todas en la parada de autobuses y que después nos iríamos todas a dormir a su casa, esto nos había costado una semana convencer a todas nuestras madres para que cinco adolescentes después de una fiestas en un pueblo se vayan a casa de una chica solamente, las ventajas de vivir en un chalet.
Luego... ¡tocó beber! Llevamos na y menos, el dinero y las llaves y el móvil estaban o en el sujetador o en los bolsillos, y el alcohol en bolsas de papel. Teníamos para cinco chicas cuatro botellas de fanta, dos de limón y dos de naranja, y dos botella de vodka, estábamos en un pueblo, había que gozarlo.
El panorama estaba así, estábamos en una calle al lado de la plaza del pueblo en unos banco bebiendo, cuando tubierámos lo suficiente para hacer un hidalgo, haríamos un hidalgo, el juego del hidalgo consistía en decir: "Hidalgo, hijo puta el que deje algo." Y bebersebuenísimo según pasa el juego.
Primer cubata bebido y solo llevábamos media hora en el pueblo. Segundo cubata. Dos cubatas y medio y llegó la hora de jugar al "yo nunca...".
-Eh, chicas, ¿jugamos un yo nunca?-las pregunté a todas.
-Vale, pero sin ir a pillar, ¿eh?-Dijo Estrella.
Lo bueno del juego es que empezamos diciendo cosas normales para todas, el ejemplo más tonto: "Yo nunca he besado a un negro." Nadie bebió.
-Eh eh eh, esperad, que nadie ha bebido. "Yo nunca he besado a nadie con el pelo medianamente largo, para un chico me refiero."-De las cinco chicas que éramos, tres bebieron.
Justo antes de que pudiéramos seguir bebiendo aparecieron por allí unas primas de Estrella, la invitaron a ella y a nosotras para ir mañana a las fiestas de Valgosa, y aceptó, de nosotras aceptamos tres: Estrella, Alex y yo. Al día siguiente de fiesta otra vez. Me he pasado el verano de vacaciones, en la piscina, de cumpleaños, dos semanas en un campamento, y si quitamos cuatro fines de semana, me quedaban ocho fines de semana de fiesta en pueblos, de los cuales, con este van siete fines de semana, me queda el fin de semana que viene, es resto, los otros seis, he estado de fiesta de pueblo en pueblo y aquí, en la ciudad.
Eran más o menos la una de la madrugada, quedaban poco más de dos horas para que no vinieran a buscar, y todas estábamos borrachas, no quedaban nada de vodka, lo que había empezado como un juego había acabado diciendonos secretos para beber cada vez más. Y al final todas riéndonos de todas. De ahí que ya estuviéramos más tirando a borrachas que con el puntillo.
Tiramos las dos botellas de cristal contra una pared y nos fuimos a la plaza con la orquesta y los chicos que hubiera por allí.
Al rato vimos a un gran grupo de chicos y el grupo entero decidimos acercarnos porque ir solo a daba vergüenza, al principio, claro.
Este era el plan, éramos cinco dispuestas así:
Yo: Con novio en una relación de diez meses cumplidos el día 6 de Septiembre, que caía en miércoles.
Estrella: Casi tiene novio, pero por una interrupción mía lo dejaron en Semana Santa y ni siquiera llegaron a nada, se ha liado con cuatro tíos hasta entonces y está tonteando con otro. Al principio estaba desahogándose con los tíos, pero en un mes o así... lo superó.Total, que está libre.
Tatiana: Lo mismo que Estrella solo que ella sí dejó a su novio. Libre.
Nicole: Le gusta un chico llamado Hugo, pero él tenía novia hasta ayer por lo menos, así que mientras nuestro plan de que deje a su novia está en proceso, intercambia babas con otros chicos, nada más se ha liado con dos en seis meses. O sea, otra libre.
Alex: La única conmigo que tiene novio. Empezaron en Julio, el 1 para ser exactos, una mala fecha dado que empieza el verano, pero llevan ya dos meses y nos les va mal, por ahora.
La situación era esta: de cinco que éramos, solo dos con novio, así que un grupo de apróximadamente siete chicos que seguro que quieren pillar, vamos, lo que se dice: a gozar.
-Hola chicos, os hemos visto aquí aburridos...
-¡Y por eso hemos decido venir para bailar! ¡Vamos a la pista!
Eso, encima de todo, nos tocó decirlo a Alex y a mi, lo primero lo dije yo, menos mal que Alex me ayudó porque yo no sabía donde meterme. Me echó una sonrisa y la correspondí con otra que le decía: "¡¡¡Gracias!!!"
Éramos siete tíos para cinco tías, en realidad para tres tías.
Yo era tímida, en realidad era más tímida antes de salir con Álvaro, ahora soy solo un poco tímida, aun así me entraron tres de lo chicos, a los tres les dije que no:
Después de tontear y bailar me fueron dos a besar y les dije:
-No, lo siento pero no me quiero liar contigo, tengo novio.
-Pero si eres tú la que nos has entrado.
-Sí, con mi amiga pero ninguna de las dos queremos, las dos tenemos novio.
Al principio yo creo que se pensaron que no nos gustaban, ni el primero ni el segundo, pero luego, después de entrarnos a las dos los mismos, llegó el que yo creo más ligaba, y lo mismo con Alex y conmigo.
Al final lo acabaron entendiendo.
Estrella se lio con tres de los chicos, Tatiana con dos, y uno de los que se había liado, se había liado con Estrella, y Nicole con otros dos, pero en este caso diferentes. Vamos, que mojaron todos.
A las tres de la madrugada nos vinieron a buscar. Dormimos mucho, nos fuimos a dormir a casa y por la tarde nos fuimos Estrella y yo con Álex, nos vino a buscar el coche del padre de Álex y dejamos allí las cosas antes de dirigirnos a Valgosa, llegamos allí a las diez o así y nos dejaron hasta las cuatro de la mañana porque el hermano de Álex estaba allí también con dos amigos, así que padre y madre vendrían a por nosotros.
Cuando llegué allí le di un toque a Álvaro para que me llamara:
-Hola preciosa.
-Hola, ¿dónde estás de fiestas en que pueblo hoy?
-En Valgosa, ¿tú?
-Guau, yo también, ¡nos vemos!
-Chicas, está Álvaro, podemos ir de fiesta con sus amigos, ¿que os parece?
-¿Por qué no? Total, somos tres, nos lo íbamos a pasar genial, pero con más gente mejor, ¿no?
-Sí, además, ¿tu novio no tenía amigos sexis?
-Les tiene Estrella-la dije-.Oye Álex, ¿tu novio no vivía por aquí?
-Sí, vive a dos pueblos de aquí, espera que le llamo.
Llamó a su novio.
-Dice que viene para acá, ¡a gozar pequeñas!